Un logo, que también se conoce como marca, señal, sello o emblema, se produce y se aplica a diversas manifestaciones físicas (incluyendo banderas, pancartas o escudos), y aparece impreso, grabado o inscrito en todas las superficies con cualquier configuración y en diversos materiales en dos o tres dimensiones. Los logos son recipientes: no son buenos o malos, sagrados o profanos por naturaleza, sino representaciones simbólicas de lo que caracterizan. Pueden ser abstractos o figurativos, pero los logos representan una intención específica. En este sentido, los logos deben tener un fin o un objetivo definido: tienen que rebosar poder. La función de los logos consiste en llamar la atención, fomentar el reconocimiento y, si tienen éxito, provocar lealtad. Un logo sin carácter no es nada; debe ser ilustrativo, activo y enérgico.