Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Un hombre y una mujer, desconocidos entre sí hasta entonces, coinciden en un hotel de Berna durante una semana. Cada día, bajo la nieve, salen a pasear juntos por la ciudad. Ambos perdieron en el pasado a sus primeros esposos, víctimas del nazismo o de la guerra, y pronto se convertirán en confidentes el uno del otro. A la breve historia de su encuentro se sumarán en estas páginas otras pequeñas historias de amor, terror o venganza, contadas por el hombre, que servirán a la narradora para hablarnos también de sus propios miedos.