Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Padre nuestro es una recapitulación de la presencia del padre. Si en un primer momento obedece a una suerte de mirar en la memoria, en una segunda instancia el poema amplía su perspectiva al incorporar a otra figura relevante, la de un niño, que alternará sus apariciones hasta formar parte del conjunto. El poema nace como una ofrenda a la oración católica por excelencia. Y en ese acto se congregan ecos de la infancia.Francisco Magaña ha sido becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Tabasco y del Fonca. Entre otros reconocimientos, en 1999 recibió el premio Tabasco de poesía "José Carlos Becerra" y el premio nacional de poesía "Carlos Pellicer" para obra publicada, y en 2001 el premio internacional de poesía "Jaime Sabines".