A José María Villasana se le recuerda como el caricaturista que satirizo ferozmente al gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada (1872-1876) en el semanario El Ahuizote. De su trabajo anterior y posterior solo existen algunos comentarios aislados.Tal vez el silencio se deba a que en tiempos del gobierno general Porfirio Díaz, Villasana fue uno de los caricaturistas favorecidos de su régimen, tanto que en 1896 ocupo una diputación con el Congreso, como el representante del distrito Comitán, Chiapas. Por aquel entonces Villasana, a sus cuarenta y ocho años, impartía clases de dibujo al natural en la escuela Nacional Preparatoria, vivía en el elegante barrio de Tacuba ya y por las tardes se le encontraba a menudo en el prestigiado café La Concordia.