El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Recrea la travesía de los navegantes del Diluvio biblico a bordo del arca de Noé, con un estilo a un tiempo vigoroso y poético que se permite no pocos pasajes escatológicos.