En esta órbita se inscribe el Atlas de infraestructura y patrimonio cultural de México, encomiable y minucioso trabajo que refleja cuánto ha hecho el Estado en el renglón de proveer servicios culturales, así como el trecho que hace falta andar para que toda la ciudadanía goce plenamente de ese derecho.
Este Atlas tiene múltiples posibilidades de aprovechamiento: desde la academia o la crítica especializada podrá trazarse una cartografía del significado concreto de la expresión, más o menos común, ?patrimonio cultural?, traducida en centros culturales, recintos de espectáculos, casas de cultura, espacios donde se imparte enseñanzas de las artes, sitios donde se preservan la historia y memoria de un país.