Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
En la calle de Génova, arriba del café Monitora, Antonio Souza abrió, en 1956, La Galería de los Contemporáneos, misma que marco la vanguardia de una época. Se necesitaba una dosis de arrojo y de perspicacia para discernir los valores que se perfilaban y que con el tiempo consolidarían una trayectoria.