Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Zona de encuentros y desencuentros, la franja limítrofe entre México y Estados Unidos fue un lugar estratégico para el devenir de la insurrección armada de 1910. En este libro, Linda Hall y Don M. Coerver abundan sobre las repercusiones que la Revolución mexicana tuvo en la economía, la política y la vida social de esa región y del país.Según refieren los autores: "La presencia de Estados Unidos, justo alnorte de la zona del conflicto, sirvió de contraparte a la dictadura de Porfirio Díaz y aportó una fuente alternativa de empleo para los trabajadores obligados a cruzar la frontera ante la desastrosa situación económica de México. Asimismo, proporcionó asilo -no siempre muy seguro- a los refugiados políticos y conspiradores en contra del gobierno porfirista, al igual que a los miembros de varias facciones revolucionarias durante el complejo proceso bélico generado a raíz de su caída."