Éste es el testimonio de un habanero descreído. Un hombre que regresa extenuado de un largo camino que finalmente no lo condujo a sitio alguno. Pero no es pesimista. Pedro Juan sabe que tiene que seguir adelante. Y lo mejor es hacerlo sonriendo, a golpe de ron, música y sexo. Pedro Juan Gutiérrez hace catarsis en este libro, duro y en gran medida autobiográfico, que reúne tres libros de cuentos: Anclado en tierra de nadie, Nada que hacer y Sabor a mí. Un lenguaje fuerte y apretado es el único capaz de expresar la rabia de quien habita en el vórtice del huracán. Pedro Juan vive al borde del precipicio. Marginal, aunque su covacha está en el corazón de La Habana de hoy. Disecciona sus alrededores con habilidad de cirujano experto. Sin temor hinca su bisturí afilado, escarba en las entrañas, y lo revuelca todo, irrespetuosamente: sexo, hambre, política, erotismo, desencanto, anhelos, ron y buen humor. Éste es el testimonio de un habanero descreído. Un hombre que regresa extenuado de un largo camino que finalmente no lo condujo a sitio alguno. Pero no es pesimista. Pedro Juan sabe que tiene que seguir adelante. Y lo mejor es hacerlo sonriendo, a golpe de ron, música y sexo. Pedro Juan Gutiérrez hace catarsis en este libro, duro y en gran medida autobiográfico, que reúne tres libros de cuentos: Anclado en tierra de nadie, Nada que hacer y Sabor a mí. Un lenguaje fuerte y apretado es el único capaz de expresar la rabia de quien habita en el vórtice del huracán. Pedro Juan vive al borde del precipicio. Marginal, aunque su covacha está en el corazón de La Habana de hoy. Disecciona sus alrededores con habilidad de cirujano experto. Sin temor hinca su bisturí afilado, escarba en las entrañas, y lo revuelca todo, irrespetuosamente: sexo, hambre, política, erotismo, desencanto, anhelos, ron y buen humor. Escrita con un ritmo implacable, a medio camino entre la exuberancia tropical y la negra desolación de un Bukowski, la Trilogía sucia de La Habana es un deslumbrante conjunto de relatos orquestados como una novela.
La exitosa trilogía Los rostros de Victoria Bergman, protagonizada por una detective y una psicoterapeuta, llega a su fin. En Alemania la trilogía ha vendido un millón de ejemplares. En Suecia se han vendido 250 000 ejemplares. Y en Francia, más de 100 000 ejemplares. Un automóvil calcinado. En su interior, los cuerpos de dos mujeres. Se trata de los cadáveres de las principales sospechosas de un viejo crimen perpetrado en la escuela donde la enigmática Victoria Bergman, que sufrió abusos sexuales en la niñez, pasó parte de su infancia. En el domicilio de una de las sospechosas, la policía encuentra pruebas incriminatorias. El caso se complica de forma insospechada para la detective Jeanette Kihlberg. Nada es lo que parece. Por su parte, Victoria Bergman sigue trabajando su trauma infantil, y mientras su salud mental mejora, la terapeuta Sofía Zetterlund trata de ayudar a la inspectora Kihlberg en la búsqueda de los culpables de dañar a Victoria de por vida. La crítica ha opinado, Adictiva y brillante, Los rostros de Victoria Bergman, trilogía que probablemente sea lo mejor que le ha pasado a la novela negra sueca desde Stieg Larsson El Mundo.