Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
El teatro en México fue, durante el siglo XIX el lugar artístico donde coincidían los miembros de las diversas clases sociales: centro de reunión, reencuentro, el teatro acogía sus localidades ---desde los ensortijados palcos y plateas hasta las populares galerías--- y, a todo aquel que quisiera asomarse a lo que acontecía en el escenario urbano.Se advierten las imágenes de un pueblo que no terminaba de adaptarse a las convulsiones político-sociales, inseguro económicamente y desconcertado. El rostro de ese pueblo parece formarse en las crónicas teatrales de Altamirano, en los bosquejos iniciales para el retrato del habitante de México; en esos destacan los rasgos conductuales de ese pueblo frente a sus escenarios, ante sus espectadores teatrales, circense, urbano, rituales.
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