Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Los relatos de La Sierra y el viento (1977), impregnadosde un sabor telúrico inconfundible, capturan la esencia de los habitantes de la Sierra Madre sonorense y la entregan al lector sin artificios ni truculencias, razón por la que Carlos Montemayor afirma en su texto de presentación que el libro es "el cuento de nuestros tenaces sueños, la historia de nuestra imborrable sierra, el relato de la vida que en la inmensidad de la sierra se engrandece".