Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
De límite leyenda y fin es una obra de ausencias y búsquedas, de paradojas. El transcurrir del tiempo palpita en los versos de Adriana Arrieta Munguía: "Los años murmuran / un preludio a El final / Mientras se vierte el te / Por la arteria de la tarde".La autora hace una reflexión sobre la escritura, desea conocer el sentido del destino, de la palabra. Sabe que las palabras ocultan algo de la vida, como sabe también que el instante habita en la voz y en la poesía.Propone buscar en el tiempo un retorno, que el origen retome el final porque este es siempre el principio, y así lo plasma en los versos: "Lo primero/ también omega/ Después el devenir/ entre montañas y derrotas". El momento arde y se transforma en ceniza. El ritual se consuma: el polvo vuelve al polvo.Adriana Arrieta Munguía (ciudad de México, 1966) es autora de Historia de un reflejo cansado (1998), del Libro azul (2001) y de un cuento en verso, Si entras al castillo (2002).