El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
En la actualidad, el fuego es algo muy común para todos nosotros. Con prender un cerillo lo tenemos al alcance y, ya sea en las modernas estufas o en las antiguar hornillas, basta con acercar éste al gas, al carbón, a la madera o a otro combustible, para que se enciendan. Sin embargo, no siempre fue así y se necesitó en principio mucho valor por parte de nuestros antepasados, hace miles de años, para poder "atraparlo", como ellos creían y, luego, "conquistarlo" y hacerlo suyo.