El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
El teatro en México fue, durante el siglo XIX el lugar artístico donde coincidían los miembros de las diversas clases sociales: centro de reunión, reencuentro, el teatro acogía sus localidades --desde los ensortijados palcos y plateas hasta las populares galerías-- y, a todo aquel que quisiera asomarse a lo que acontecía en el escenario urbano.