Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Las paredes oyen (1617). Representada en 1617 por primera vez es una de las obras clave del autor. Modelo de comedia de enredo y de carácter con la finalidad moralizante, presenta la pugna entre un caballero agraciado pero fatuo, don Mendo, y otro físicamente desfavorecido pero sincero, don Juan - trasunto del propio autor, a quien los poetas rivales escarnecían - por el amor de la hermosa y discreta doña Ana. La obra censura el vicio de la maledicencia.