Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
El descubrimiento de nuevas tierras y el contacto con civilizaciones hasta entonces desconocidas despertó la imaginación y el espíritu de aventura de muchos hombres en los siglos XV y XVI, quienes participaron en diferentes empresas de conquista, colonización, exploración y evangelización. Uno de estos personajes fue Alonso de Zuazo (1466-1539), abogado especialista en derecho civil y canónico, apasionado por conocer "la compostura e imagen del mundo", quien realizó un amplio trabajo como jurista en España y las colonias. Egresado de la Universidad de Salamanca, donde coincidió con Hernán Cortés, fungió como miembro del Consejo de Castilla bajo el reinado de Fernando el Católico.Enviado a América en 1517, realizó una incansable actividad judicial en Cuba, Santo Domingo y Nueva España, donde desempeñó funciones de justicia y gobierno, dando muestra de su celo profesional y de una gran capacidad y voluntad de negociación con los indios y los españoles. Zuazo fue uno de los primeros que intuyó la grandeza de México y fue una figura importante en el proceso de evangelización.La presente edición reúne una serie de documentos escritos por Zuazo o vinculados con él, editados y prologados por Rodrigo Martínez Baracs, maestro en historia por la UAM Iztapalapa, investigador en la Dirección de Estudios Históricos, profesor en la Escuela Nacional de Antropología del INAH y autor de varios estudios sobre la cristianización de México en el siglo XVI.