Como pocas zonas de México, la frontera norte ha alcanzado un alto nivel de urbanización. Compuesta por ciudades que a lo largo de este siglo han crecido en población y economía por encima de los promedios del país, se ha convertido en polo aglutinador del desarrollo regional y nacional.La presente obra aborda la singularidad de ese desarrollo desde el punto de vista estructural, y sustenta su análisis en las relaciones que unen la dimensión económica y la espacial. Así, el autor explica las particularidades de la región mediante la convivencia geográfica de estructuras económicas diferentes que actúan entre sí de manera selectiva y conflictiva, generando del lado mexicano un crecimiento urbano más intenso que del estadounidense.
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