Rafael Montejano y Aguiñaga, notable impulsor de la historia potosina, emprende en esta obra la reconstrucción histórica de uno de los yacimientos mineros más valiosos de México. Descubierto en el siglo XVII y explorado con gran éxito durante más de una centuria, el Real de Catorce conoció épocas de bonanza que se extinguieron para siempre a principios del presente siglo. Sin embargo, afirma el autor, el sitio sigue gozando de "triple fama, según el garitón desde el cual se le contempla: el de las bonanzas portentosas que fueron, el de las ruinas increíbles que son y el de las incontables romerías que hasta allá se encaraman a arreglar los piadosos compromisos contraídos con San Francisco"