Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Este libro examina un tema hasta hoy inédito en la historiografía de la Revolución mexicana: la cotidianidad, largamente ignorada en favor de otras líneas de investigación. Sin duda, en lo sucesivo será referencia obligada para los lectores interesados en el movimiento revolucionario de 1910 en virtud de las fuentes utilizadas y de la manera amena y sencilla en que es expuesto en él un problema de la mayor importancia: cómo ésta opuso, a los vientos transformadores venidos de lejos, una serie de tradiciones y conservadurismos, atenuando y dilatando sus efectos. El punto de partida es el momento en que la Revolución llega a Guadalajara; el final, si cabe la expresión, el año en que el general Lázaro Cárdenas asciende a la Presidencia de la República.