El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Fueron protagonistas de solemnes procesiones religiosas, participaron en imponentes celebraciones litúrgicas; asistieron a corridas de toros, a peleas de gallor; encontraron, en fin, cualquier pretexto, civil o religioso, para festejar la vida temporal y celebrar la espiritual. En esos afanes invirtieron tiempo y peculio. Fueron producto de los tiempos barrocos. Se trata de los novohispanos del siglo XVIII; concretamente, de aquellos que habitaron la ciudad de México de Miguel Cabrera.Esta cotidianidad en que gustaban vivir los novohispanos de los tiempos barrocos, estaba relacionada con la forma en que concebían su mundo: un mundoen el que existía una vinvulación entre el todo que rodeaba a los individuos -y del que formaban parte- y cada uno de los elementos que integraban dicha totalidad.