Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Ropones y plumajes nos viene a confirmar la solvencia
poética de un escritor que tiene cosas qué decir y sabe cómo decirlas, y cuya
poética se inscribe en la mejor tradición de quienes en su genuino instinto
lírico, en su auténtica vocación, son capaces de construir una voz personal sin
renunciar a una tradición tan rica como diversa. Expresión madura de quien aquí reconoce
estrechos vínculos con nuestra compleja y multitonal modernidad poética, que a su
vez fue síntesis elaborada de múltiples herencias, Rico Bovio nos obsequia
ahora un hermoso y revelador itinerario intimista donde también el cronista y
el pintor detallado participan con esmero, a manera de orfebre que traduce en
palabras su pensar y sus sentir de cara a un mundo que es siempre
maremágnum. Poeta sensible y profundo,
que consigue trascender el instante vivido, la experiencia personal y unívoca,
transitoria, se nos muestra además como un gran inventor de imágenes sugestivas
e impecables, artífice valiente de una retórica cargada de resonantes
significados: “Hay preguntas que se guardan sin decirlas: /cuánto se salvará de
lo vivido, /cuánto recordará la nueva gente /que venga al relevo de manos y de
rostros/al trotar de los años”.Mario Saavedra