G. H. ;nunca sabremos el nombre y apellido de la protagonista; es una mujer independiente, escultora amateur y bien relacionada en los cÃrculos más influyentes de RÃo de Janeiro. Un dÃa, sola en su ático, encuentra una cucaracha. Esto provocará en ella arcadas de repulsión y un caudal de reflexiones Ãntimas, algunas hasta entonces desconocidas para ella misma, sobre sus sentimientos, miedos, angustias... Este hecho aparentemente intrascendente le servirá para repasar su vida desde la infancia y llegar asà a la determinación de vencer todos sus miedos.
Arvid Falk, un joven idealista y generoso, deja su empleo para dedicarse a la literatura militante. Al cabo de muchas experiencias amargas, vuelve a su vida de empleado y, ya sin ilusiones, dedica sus horas libres a la numismática. A la figura de Arvid se contrapone la de su hermano, Carl Nicolaus, mezquino e hipócrita aunque con un fondo de humanidad verdadera. Una serie extraordinariamente incisiva de retratos de personajes y ambientes de la sociedad sueca de finales del siglo XIX completan el impresionante edificio narrativo de la novela: figuras de la vida bohemia, periodistas sin conciencia y sin escrúpulos, señoras ociosas, envidiosas y vanidosas que se dedican a la beneficencia, mujercitas corruptas que fingen el amor, editores incultos e intrigantes, comerciantes usureros y clérigos rapaces. Y, en medio de la sordidez ambiental, El salón rojo, un rincón de un bar de Estocolmo, se convierte en alegoría de la salvación del hombre.