Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Altamirano mantiene una certeza: si la sociedad es el espacio común del nacionalismo y del retroceso, defiéndanse las conquistas irrenunciables: no hay visión moral sin la consideración del bien común; la libertad de cultos y la libertad de expresión son la base de la creación cultural y artística; el primer signo de la época moderna es la libertad de elección. Y esta visión, que los contemporáneos de estos liberales califican peyorativamente de "utópica", es el legado ideológico que sobrevive a la corrupción del porfiriato, y se incrusta críticamente en el debate de la Constitución de 1917